La música que he ido componiendo, es en buena medida, autobiográfica.
Cada una de las piezas que componen Canciones para un Viaje sin Regreso son el reflejo de un momento o etapa de mi vida, en especial los hechos vividos el par de años que me llevaron a la creación de Violoncheloops en medio de muchas casualidades.
En los recientes tres o cuatro meses, he ido trabajando en el material para mi siguiente producción (Que espero que salga pronto), cuyos temas principales ya he presentado en vivo, otros no tanto.
Compartí el escenario con Virrey, presenté mi música en televisión en vivo en Texas y pisé escenarios que no conocía. Llevar una vida con esa clase de experiencias se ha vuelto cada vez mejor y más inspirador, y también más difícil cuando tengo que reincorporarme a mi rutina local.
Mi andar me ha llevado a cruzar caminos con gente que se ha vuelto importante, lo sepan o no, me han dado lecciones muy valiosas (aunque a veces dolorosas) y es por esto que cada una de las piezas en el siguiente material es dedicada a ustedes, a quienes espero tener la oportunidad de ver a los ojos mientras interprete la música en la que se han convertido.
Como si este frenesí de experiencias y personas fuera poca cosa, mañana empieza extraoficialmente el Y2K International Live Looping Festival México, lo que significa otras dos semanas de locura, de compartir espacio con amigos que se han vuelto familia, conocer más músicos, y aprender tanto como sea posible de ellos…
A mis amigos es a quienes les debo todo.